Asar a la parrilla en verano forma parte de una de las ocupaciones favoritas de muchas personas. No se trata de ning�n milagro, puesto que el m�todo de asar carne sobre la brasa es casi tan antiguo como el descubrimiento del fuego. Es igual si directamente sobre las brasas o sobre piedras calientes, ya en �pocas remotas el ser humano apreciaba el sabor de lo asado crocante. Sin embargo, cual es el origen de nuestra forma de asar todav�a sigue siendo un tema de discusi�n.

Algunos asumen que el origen de asar a la parrilla es suramericano. Los gauchos argentinos asaban su carne en el asador y la condimentaban con salsa chimichurri.
 
Por el contrario, otras fuentes suponen que una tribu ind�gena haitiana utiliz� el t�rmino �Barbecue� (barbacoa) para las carnes asadas en la parrilla sobre un fuego abierto. Los criollos llevaron la palabra al continente americano, donde, a partir de ese momento, la carne asada se denomin� �Barbecue� (barbacoa).
 
Es igual cual fuente es la originaria � asar a la parrilla mientras tanto se ha convertido en placer estival al aire libre para cualquiera. �Pero primero habr� que aprender a asar a la parrilla! Con nuestras sugerencias tambi�n usted podr� preparar sus bifes (filetes) de acuerdo a la usanza argentina. En definitiva, no siempre tienen que ser salchichas y chuletas.

 

Sugerencias del maestro asador:

La calidad de la carne es lo m�s importante cuando se asa a la parrilla, porque si no es buena la calidad, tampoco el mejor asador puede lograr algo. Nobles filetes de cuadril o de lomo, tiernos como la mantequilla, forman parte de lo mejor que se puede poner en la parrilla. Aquel que lo prefiere original argentino a la manera gaucha, no deber� escoger filetitos finos adobados previamente, sino comprar en la carnicer�a trozos gruesos, jugosos.

Utilice �nicamente le�a de haya o carb�n vegetal. Si utiliza carb�n vegetal, debe ser de condici�n seca. Tambi�n deber� prestarse atenci�n en cuanto a los trozos de carb�n, cuanto m�s grandes los trozos de carb�n, m�s duradero el calor y se reparte de modo m�s uniforme.


Las brasas se prepara durante aproximadamente media hora. Lo ideal es, si luego se pone a un lado una parte de la brasa y se puede ir reponiendo de tiempo en tiempo. Porque una de las reglas b�sicas de asar a la parrilla es: La brasa siempre debe mantener la misma intensidad. Los maestros parrilleros experimentados asan la carne cuidadosamente, es decir, con temperaturas bajas y lentamente. Es importante que usted deje suficiente espacio entre la brasa y la rejilla de la parrilla, es decir, la rejilla de la parrilla no debe estar suspendida demasiado cerca por encima de las brasas. El espacio para bifes (filetes) de dos a tres cent�metros de grosor debe ser de unos diez cent�metros. Para poder estimar correctamente el calor, mantenga la palma de su mano unos 10 cm sobre la rejilla. Si esto le obliga a quitar la mano despu�s de unos pocos segundos, el calor es �ptimo. Entonces deber� colocarse la carne inmediatamente sobre la rejilla. �sta debe estar precalentada a temperatura ambiente. La carne fresca no desarrolla aroma. Algunos maestros parrilleros ni salan la carne, otros la salan fuertemente antes o durante el asado con sal gruesa. �Pru�belo!Los filetes gruesos, jugosos necesitan su tiempo estar asados m�dium. En cuanto sale el jugo de la carne en la parte superior, debe darse vuelta. Un buen asador da vuelta el trozo solo una vez. No pinchar la carne al darla vuelta, sino utilizar una pinza de asador. De este modo se conserva el sabroso jugo de la carne.  El arte en la preparaci�n de la carne es quitarla en el momento justo de la parrilla, dejarla reposar brevemente y comerla inmediatamente despu�s. Calcular correctamente ese momento no s�lo es una cuesti�n de experiencia en el asar a la parrilla, sino que tambi�n depende del gusto de cada comensal.  Para el argentino, la carne vacuna asada tiene un sabor propio exquisito, y se considera un sacrilegio ba�arla en salsa. En su lugar, se sirve tradicionalmente con el chimichurri t�pico del pa�s o con salsa para asado, pan blanco y un arom�tico Malbec.

 

Aun fuera de la estaci�n de parrillada no necesita renunciar a un filete jugoso

 

Sugerencias profesionales de nuestros cocineros para bifes (filetes) hechos en la sart�n:

 

  • Antes de ser asado, el filete debe estar a temperatura ambiente. Si est� h�medo en la superficie, secarlo con papel de cocina.
  • Una sart�n pesada, s�lida es la m�s apropiada. Esto es muy importante, porque una sart�n liviana se enfriar�a r�pidamente al colocar la carne, no permitiendo el cierre r�pido de los poros de la carne y, como consecuencia, perder�a el jugo.
  • Calentar al m�ximo la sart�n, agregar un poco de grasa resistente al calor y asar el filete de ambos lados brevemente pero con m�ximo calor (de cada lado 1 minuto), de modo que se cierren los poros y se forme una corteza delicada.
  • Salpimentar a continuaci�n.
  • La carne debe ser dada vuelta con precauci�n para no lastimarla. Por lo tanto, jam�s pincharla con un tenedor.
  • Para terminar de asar el filete, se reduce considerablemente el calor y se da vuelta varias veces � hasta lograr el grado de cocci�n deseado. Al reducir el calor, se logra una corteza no tan engrosada por el asado, pero que el interior se ase despacio.
  • Otra posibilidad de asar un filete, es colocar en la sart�n un trozo grande de mantequilla. Esta mantequilla derretida se vierte constantemente sobre el filete (rociar) y se da vuelta de vez en cuando hasta lograr el grado de cocci�n deseado.
  • Otro m�todo para asar filetes, es una combinaci�n de asar ligeramente en la sart�n en la hornalla y luego terminar de asar en el horno. Se emplea en especial para filetes muy grandes, tales como filetes t-bone, chateaubriand o entrecote.



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